Interacción del agua subterránea y superficial en el contexto hidrogeológico, meteo-climático y sísmico de la cuenca multiuso del río Nera (Italia central)

La gestión sostenible de los acuíferos implica la evaluación del equilibrio entre la demanda y la disponibilidad de agua, la protección de la calidad del agua y la conservación de los ecosistemas. En el centro de Italia, el uso del agua aumenta en un contexto hidrogeológico muy complejo influido por fenómenos sísmicos, incluso de gran intensidad, y sequías prolongadas, cuya frecuencia ha ido en aumento en los últimos años. El estudio se centra en la cuenca del río Nera, caracterizada por rocas carbonatadas muy fracturadas y karstificadas que contienen acuíferos muy productivos de importancia regional. El río se alimenta principalmente de caudal de base; en algunos tramos el aporte de agua subterránea puede alcanzar 1,2 m 3 /s por km. La considerable disponibilidad de agua ha propiciado la construcción de obras de captación para consumo humano (por ejemplo, el túnel de desagüe del manantial de Lupa en 1935), a las que se han sumado otros usos como centrales y derivaciones hidroeléctricas y piscifactorías. Las derivaciones hidroeléctricas fueron diseñadas y construidas entre 1920 y 1970; por ejemplo, el Canal Medio Nera (Q = 12 m 3 /s) deriva en promedio cerca del 63% del caudal del río hacia el lago Piediluco. Gracias a un salto hidráulico de unos 170 m, el agua se turbina hacia una central hidroeléctrica con una capacidad de unos 40 MW. En 2016, un terremoto de gran intensidad (M = 6,5) produjo una serie de efectos cosísmicos en el curso superior del río Nera con un aumento del caudal del río y un cambio del régimen hidráulico en el periodo de recesión que duró unos 5 años. Además, se han registrado aumentos del contenido de sulfatos del agua, desplazándose al oeste del epicentro, y muchos manantiales situados a gran altitud han sufrido disminuciones drásticas del caudal y ha reaparecido un torrente (Torbidone) inactivo desde el último terremoto de 1979 en la misma zona (M = 5,8). En las últimas décadas, el caudal de los manantiales situados a gran altitud para uso de los acueductos ha sufrido al menos cinco sequías prolongadas y las compañías gestoras están diversificando las extracciones de aguas subterráneas mediante pozos situados cerca del río Nera. Los costes de perforación y bombeo son inferiores a los de las zonas montañosas, pero pueden surgir problemas medioambientales relacionados con la interacción entre las aguas subterráneas y el río. El bombeo puede producir la extracción de agua de mala calidad del río (reducción del caudal del río) con un impacto también en su caudal ecológico. Pruebas de bombeo y modelización numérica de algunos pozos han mostrado valores de agotamiento del caudal, en condiciones de equilibrio, que pueden alcanzar el 20%. Esta interacción podría reducirse a cero mediante la construcción de drenajes subhorizontales, una técnica que ahora es mucho más económica que en el pasado. Esta técnica de muestreo también puede aplicarse en otros contextos medioambientales, como las zonas costeras, donde es necesario limitar la atracción de agua salada procedente del mar